Celebrando los 40 años de Rocky.
Creed es la séptima entrega de una de las sagas más famosas del cine. La opinión general es que es la mejor en años, con lo cual estoy de acuerdo.
El director, Ryan Coogler, volvió a trabajar con Michael B. Jordan, el protagonista de su primera película, la biográfica Fruitvale Station. Pero no es Michael quien destaca, es nuestro viejo conocido, el incombustible Sylvester Stallone. Su actuación es tan completa que mereció la nominación al Oscar a actor de reparto, categoría en la que tendrá una dura competencia pero quien sabe. Stallone también fue nominado hace 40 años por Rocky, tal vez pudieran darle el reconocimiento como premio a su dilatada, pero no siempre correcta, trayectoria.
Creed tuvo muchas cosas positivas, entre ellas las peleas, estuvieron mejores que las de la vida real. El hecho de emplear a los boxeadores profesionales Tony Bellew y Andre Ward en el casting ayudó a darle realismo al asunto. Hubo momentos que trataron de mover, con éxito, la nostalgia de los espectadores. Por el lado negativo, a veces sentí que Michael B. Jordan no llenaba el papel y la película a veces se volvía simplona.
El boxeo es un deporte rodeado eternamente de polémica y relativamente venido a menos ante la falta de verdaderos héroes que abundaban hasta la década de los 90s. Muchos opinan que no es un deporte, yo les invito a que investiguen cómo es su entrenamiento, uno de los más fuertes de cualquier actividad deportiva.
Tal vez esta película ayude a levantar un poco al boxeo. Más info en imdb.com
y wikipedia.
trailer
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