La anterior gestión le heredó abultados pasivos laborales a las nuevas autoridades
Un cementerio de patrullas y de motos le dejó la gestión de Rangel Ávalos a las nuevas autoridades de Sucre (Vicente Correale)
Cuando Gloria Muñoz, la nueva directora de personal de la Alcadía de Sucre, llegó a la sede municipal tuvo que poner dinero de su bolsillo para comprar el papel y el toner y poder imprimir la nómina para pagar al personal.
Además de una alcaldía completamente desasistida de insumos y paredes con pintas rojas con mensajes alusivos a la revolución, Muñoz también encontró retroceso.
"Hace 12 años, yo fui jefa de personal de la Alcaldía de Sucre y dejé procesos automatizados que ahora ya no existen".
Lidiar con un personal desmotivado y mal pagado ha sido otro de los retos. "Un director gana 5 millones cuando en la gobernación de Miranda el sueldo, para el mismo cargo, es de 12. El HCM tiene una cobertura de apenas 10 millones. Además no hay una identificación de los empleados con la alcaldía. Hubo un abandono total y la gente se acostumbró a eso", explica Muñoz, quien se ufana de estar a la altura de la responsabilidad que se le ha encomendado.
"Vengo de ser la directora general de Recursos Humanos de la Gobernación de Miranda, una estructura con más de 20 mil personas. En Sucre, la nómina es de 9 mil", precisa.
El Comisionado General del alcalde para las Relaciones Intersectoriales y Humanización del municipio Sucre, Juan Carlos Caldera, añade nuevas denuncias que a su juicio les hereda "una alcadía hipotecada".
La gestión de Rangel Ávalos dejó una deuda que nunca se le canceló a la Alcaldía Mayor, por el monto de 105 mil millones de bolívares (viejos) y a menos de un mes de celebrarse las elecciones municipales "se realizó un primer pago por 68 mil millones de bolívares.
Dos días después de los comicios electorales, la Cámara Municipal aprobó un convenio de pago por el resto de la deuda de Bs. 37 mil 500 millones, para pagarlo anualmente en cuatro años. "Un convenio que calificamos de ilegal porque compromete recursos del presupuesto del año 2009, 2010, 2011 y 2012".
¿Dónde están los recursos que no se transfirieron a su debido tiempo a la Alcaldía Mayor? A esta fecha, es una pregunta sin respuesta.
También se desconoce el paradero de 702 millones de bolívares (casi la mitad del monto del contrato) que se entregaron en el 2007 a una empresa por la actualización y dotación de software para la alcaldía. "Hasta los momentos no hay ninguna dependencia de la sede municipal que tenga activado este software", denunció Caldera.
En el despacho del alcalde saliente no había computadora, ni central telefónica.
Quince días antes de las elecciones, jubilaron a 1.800 personas sin plasmar la remuneración de las mismas en el presupuesto. De las 300 obras previstas por la gestión anterior, 116 no se han iniciado. Sin embargo se entregó un anticipo de 50% a las contratistas, equivalentes a BsF 30 millones. Entre ellas el bulevar de La Carlota, que permanece en ruinas y donde se han "invertido" BsF 1 millón.
Las nuevas autoridades tienen 120 días para hacer las observaciones. Una vez que culmine este plazo, los resultados de la auditoría serán presentados ante la Contraloría y la Fiscalía General de la República.
dmeneses@eluniversal.com
Delia Meneses
EL UNIVERSAL
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