tomado de elpais.es
El documental coincide con la decisión de la justicia de no perseguir a unos padres que ayudaron a morir a su hijo enfermo terminal
ELPAÍS.com - Madrid - 10/12/2008
Jugador de rugby, el joven Daniel James, de 23 años, quedó paralizado tras un lance del juego. Sobrevivió un año paralizado del pecho para abajo. El pasado 12 de septiembre murió en la clínica Suiza Dignitas, un centro especializado en suicido asistido. Los padres le organizaron el viaje y estaban junto a él en el momento de la muerte, pero la Justicia británica decidió ayer no imputarles. El fiscal considera que la decisión fue enteramente tomada por Daniel, informa The Guardian.
Jugador de rugby, el joven Daniel James, de 23 años, quedó paralizado tras un lance del juego. Sobrevivió un año paralizado del pecho para abajo. El pasado 12 de septiembre murió en la clínica Suiza Dignitas, un centro especializado en suicido asistido. Los padres le organizaron el viaje y estaban junto a él en el momento de la muerte, pero la Justicia británica decidió ayer no imputarles. El fiscal considera que la decisión fue enteramente tomada por Daniel, informa The Guardian. Con esta postura, se sienta precedente para otros casos similares y algunos intuyen que el debate desembocará en una revisión de la legislación al respecto, intacta desde 1961. El primer ministro británico, Gordon Brown, ha asegurado que se opone a la elaboración de una ley.
La decisión llega en medio de otra polémica sobre el suicidio asistido. Este miércoles el canal británico Sky Real Lives ha mostrado el momento en que Craig Ewert, de 59 años y enfermo de una dolencia neurológica, se quita la vida en la misma clínica suiza. El lugar donde murió James, después de varios intentos de suicidio, según han relatado sus padres. Más tarde, decidieron viajar con él hasta Suiza. El suicidio asistido constituye un delito criminal en Gran Bretaña por el que se puede imputar una pena máxima de 14 años de cárcel. Suiza, sin embargo, junto con Bélgica y Holanda, han legalizado la eutanasia.
El fiscal ha alegado que los padres no influyeron en el joven y que éste recurrió al suicidio asistido a pesar de que sus progenitores le pidieron que no lo hiciera. Además, la Justicia ha tenido en cuenta que Daniel contactó personalmente con la clínica Dignitas.
Generar debate
El documental Right to Die? (¿Derecho a morir?) ha recibido duras críticas por parte de grupos anti-eutanasia y está firmado por el oscarizado en 1982 por el documental Just Another Missing Kid, John Zaritsky. La emisión se ha producido a las 21.00 (hora local), después de que la cadena británica Sky insistiese en que supone una gran contribución a un debate vital. El director ha asegurado que la muerte de Ewert fue el momento más duro en sus 26 años de carrera. A pesar de ello, Zaritsky tenía claro que quería un documental controvertido, que generara el debate entre la gente, según declaraciones recogidas por el diario The Guardian.
El primer ministro británico, Gordon Brown, ha declarado que la polémica emisión es una "cuestión de análisis" para el organismo de control de las comunicaciones. Brown no ha condenado el reportaje, que constituye el primer caso de eutanasia emitido por una televisión británica. Además, el primer ministro se ha opuesto a redactar una ley para regular en Reino Unido el suicidio asistido para casos de dolencias terminales. Sí ha advertido a los emisores de que es "importante" abordar la cuestión "con sensibilidad y sin ninguna tentación de sensacionalismo".
"Buen viaje"
Ewert, un profesor de universidad jubilado, viajó hasta la clínica de Zurich porque no quería pasar el resto de sus días en una "living tumb" (algo como una tumba viviente). En el documental se puede ver cómo Ewert da el último beso a su mujer, que le responde: "Buen viaje. Te veré alguna vez". Entonces, el hombre bebe un líquido con una pajita rosa y, después, pide un zumo de manzana y música. Instantes más tarde, la cámara recoge cómo se cierran sus ojos y dice: "gracias". En declaraciones al diario The Independent, la esposa defiende la difusión por televisión del programa porque, en su opinión, ayudará a la gente a "afrontar sus temores" sobre los "tabúes" de la muerte.
Desde los sectores en contra de la eutanasia, ya han surgido las críticas. El director de una de estas organizaciones, el doctor Peter Saunders, considera que se ha ido bastante lejos y que "parece que existe una fascinación macabra sobre el turismo de muerte". Saunders asegura que no es tanta la demanda de personas que acuden a clínicas como la de Suiza, a pesar de la impresión, según este médico, que se está dando a través de los medios. Dominica Roberts, de Pro-Life Alliance, añade que es peligroso mostrar este tipo de cosas a través de la televisión. Otras fuentes sostienen que el documental desencadenará el debate sobre una cuestión de gran actualidad política.
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