Un grupo de investigadores de EE UU registra pequeñas grietas en el subsuelo horas antes de producirse un seísmo en California
ELPAÍS.com / REUTERS - Madrid / Washington - 10/07/2008
Científicos estadounidenses han realizado un importante avance en su esfuerzo por ganar tiempo y precisión a la hora de predecir los terremotos, culpables de miles de muertes anuales en el mundo, según informa el último número de la prestigiosa revista Nature.
Un grupo de investigadores norteamericanos ha detectado pequeñas fracturas en las rocas poco antes de impactar un terremoto. Lo han comprobado sobre el terreno, en la falla californiana de San Andreas, antes de producirse dos pequeños temblores de tierra. En ambas ocasiones el seísmo vino precedido de la aparición de esas grietas, fruto de la presión a la que se vio sometida la corteza terrestre, según el sismólogo Paul Silver del Instituto Carnegie de Washington, uno de los investigadores que han participado en el estudio.
El descubrimiento ha sido posible gracias a unos sofisticados sensores que han sido introducidos un kilómetro bajo tierra en una zona de alta actividad sísmica, en la pequeña localidad de Parkfield, a medio camino entre San Francisco y Los Ángeles. Estos sensores pudieron registrar olas sísmicas antes, durante y después de dos pequeños temblores, permitiendo a los científicos observar esos pequeños cambios geológicos.
En el primer caso, las grietas comenzaron a aparecer 10 horas antes de que se desatara un terremoto de magnitud 3 en diciembre de 2005. Las mismas señales se repitieron cinco días después, en este caso dos horas antes de producirse un seismo de magnitud 1 en la escala de Ritcher.
"Si tuviéramos un aviso con 10 horas de antelación podríamos evacuar a la población, evacuar a la gente de los edificios o desplegar a los bomberos con antelación", explica Paul Silver a la BBC. "Los avisos de huracanes son un ejemplo de hasta donde podríamos llegar en el futuro". Pero los científicos ya han advertido de que aún se está lejos de tener un sistema de alerta temprana comparable al que se aplica a los huracanes. En la actualidad, en el mejor de los casos, los investigadores son conscientes de la inminencia de un temblor segundos antes de que éste se produzca. "Para llegar a tener un sistema de alerta temprana necesitaremos 10 años, quizá 20", ha calculado Silver.
"Estamos muy animados por los resultados de estas observaciones, y estamos planificando llevar a cabo más experimentos para confirmar si estos cambios forman parte del proceso físico general atribuible a un terremoto", ha explicado por su parte Fenglin Niu, de la Universidad de Rice, en Houston.
© Diario EL PAÍS S.L. - Miguel Yuste 40 - 28037 Madrid [España] - Tel. 91 337 8200
© Prisacom S.A. - Ribera del Sena, S/N - Edificio APOT - Madrid [España] - Tel. 91 353 7900
No hay comentarios.:
Publicar un comentario