Tomado del Blog de Invertia en LatAm:
Les traigo en esta oportunidad, a modo de postre, un cuento anónimo que describe en buena medida el funcionamiento de los mercados financieros.
Se trata en el fondo de una metáfora que nos permitirá reflexionar sobre nuestras acciones y evitar ser mero objeto de estrategias ajenas.
Aquí va:
Un día llegó a un pueblo un señor muy bien vestido. Se instaló en el único hotel que había y publicó un aviso en la única página del periódico local: "Estoy dispuesto a comprar cada mono que me traigan del bosque a $10 cada uno".
Los campesinos, que conocían el bosque y lo sabían repleto de monos,
salieron corriendo a cazarlos. Y el hombre cumplió: compró los cientos de monos que le trajeron a $10 por cabeza.
Una vez que quedaron pocos monos en el bosque y resultaba difícil cazarlos, los campesinos perdieron interés y el hombre debió duplicar la oferta: pagaría $20 por cada nueva adquisición. La reacción de los campesinos fue inmediata.
Nuevamente, la cantidad de monos libres se redujo al punto de no interesar a los campesinos y el hombre decidió elevar la oferta a $25 para que éstos volvieran al bosque y cazaran los pocos monos que quedaban, hasta que ya era casi imposible encontrar uno.
Llegado este punto, el hombre ofreció $50 por cada mono, pero como tenía negocios que atender en la ciudad, dejaría a cargo de su ayudante el negocio de la compra de los animales.
Estando solo, el ayudante se dirigió a los campesinos y les dijo: "Fíjense en esta jaula llena de miles de monos que mi jefe compró para su colección. Yo les ofrezco venderles a ustedes los monos a $35 cada uno. Cuando él regrese de la ciudad, se los podrán vender a $50".
Tentados por la oferta, los campesinos juntaron todos sus ahorros y compraron los cientos de monos que había en la gran jaula, aguardando ansiosos al jefe. Pero desde ese día no volvieron a ver al ayudante y el jefe nunca regresó. Lo único que vieron fue la jaula llena de monos que compraron con sus ahorros de toda la vida...
Excelente el cuento de los monos... no recuerdo nada tan claro desde el cuento q los españoles cambiaban espejitos por oro...
ResponderBorrarEse cuento se repite una y otra vez en muchos mercados, no sólo wall street...
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